Luego de perderse casi todo el 2019 por lesión, Roethlisberger y su precisión los mantiene invictos.
La campaña de los Pitsburgh Steelers (10-0) solo puede catalogarse como perfecta al completarse las primeras 11 semanas de acción. Tras un 2019 complicado ante la ausencia de Ben Roethlisberger (apenas jugó 2 partidos) que los relegó de la postemporada al finalizar con balance de 8-8, los “acereros” hoy marcan la pauta bajo la batuta de su estelar Mariscal de Campo quien, a pesar de los rumores sobre cuidar su brazo-operación de codo a sus 38 años-, está jugando a tiempo completo y con números superiores a los esperados.
Un reportaje de Pittsburgh Gazzette, escrito por Gerry Dulac, nos pasea por lo que hasta ahora es una temporada con sello de MVP y se asombra por la cantidad de intentos de pases del QB de los Steelers quien solo es superado por tres colegas (Tom Brady, Joe Burrow y Matt Ryan) en intentos de pase con un promedio de 38 por juego y sumando 40 o más en 4 de los últimos 5 partidos.
El promedio de 6.7 yardas por pase-puesto 26- es una manifestación clara que a pesar de la cantidad, se ha hecho más importante la precisión en recorridos más cortos y la conexión con sus receptores, un punto que refleja que hay minimizar algunos riesgos innecesarios y que expongan más a su operado codo.
Uno de los puntos a favor para Roethlisberger ha sido la gran protección recibido por parte de su equipo ofensivo al no ser “ atrapado” en 4 de los últimos 5 partidos, tres de ellos de manera consecutiva, y en toda la campaña apenas 10 veces, estadística que apenas es superado por el titular de la posición con los Titans, Phillip Rivers (9).
Pero, ¿Por qué no buscar más juego terrestre en partidos definidos o ante equipos inferiores?, se pregunta Dulac al recordar que ante Tennessee y Cincinnati realizó 49 y 46 pases en un partido en donde siempre estuvieron al mano y el fin de semana pasada ante los Jaguars totalizó 46 en un partido que finalizó 27-3 para los Steelers. Sin duda una buena pregunta.
Podrá mantener Pitsburgh la perfección
Sólo los Dolphins de 1972 bajo el mando de Don Shula pueden presumir una temporada perfecta. Los Steelers se proyectan para una ronda regular que pudiera mantener el cero en la casilla de derrotas aunque el partido de este jueves, noche de Acción de Gracias, pudiera ser determinante al enfrentar en casa a Baltimore Ravens.
Más adelante se presentaran dos rivales con sello de postemporada: Bills (13 de diciembre en Buffalo) y recibirán a Tennessee en la penúltima semana de acción quizá con muchas cautelas ante la proximidad de los playoffs.
Escrito por: Pedro Ricardo Maio
@PRMaio
