Juventus y Cristiano Ronaldo se estrellaron en los octavos de final de la Liga de Campeones por segundo año consecutivo. Y de nueva cuenta los condenó el criterio de los goles como visitante.
Sérgio Oliveira anotó en la prórroga y un Porto con 10 hombres se instaló en los cuartos de final, pese a caer el martes por 3-2 en su visita a la Juve.
El conjunto portugués, que jugó buena parte del encuentro de vuelta en desventaja numérica tras la expulsión de Mehdi Taremi, avanzó gracias a los goles de visita, luego que el duelo terminó con el global empatado 4-4.
En la edición pasada de la Champions, los bianconeri sucumbieron ante Lyon.
Oliveira consiguió también el primer gol del Porto, de penal, pero Federico Chiesa marcó un doblete en el complemento para hacer necesario el alargue.
La Juve llegó al compromiso con la misión de remontar el 2-1 de la ida. Había recibido un gol muy pronto en Portugal y estuvo cerca de incurrir en el mismo descuido en Turín.
Un cabezazo de Taremi rebotó en el travesaño a los seis minutos, después de que el defensa bianconero Leonardo Bonucci había tapado un tiro de Zaidu Sanusi.
Taremi estuvo involucrado también en el gol del equipo luso, al conseguir que Meih Demiral le cometiera un penalti que Oliveira convirtió en gol, rasante y junto al poste izquierdo.
Juventus pareció transformarse después del descanso e igualó a los cuatro minutos del segundo tiempo. Cristiano controló un balón que le suministró Bonucci, y sirvió para que Chiesa definiera combado y al ángulo superior derecho.
Las esperanzas de la Juve crecieron cinco minutos después, cuando Taremi fue echado tras patear un balón fuera de la cancha, lo cual le valió su segunda tarjeta amarilla.
Chiesa impactó un poste antes de igualar el global con un cabezazo tras un centro del colombiano Juan Guillermo Cuadrado, a los 63 minutos.
El conjunto italiano estuvo cerca de ganar en los descuentos, pero un tanto de Álvaro Morata se invalidó por fuera de juego, antes de que Cuadrado estremeciera el horizontal con un tiro.
Los bianconeri lamentaron esas oportunidades perdidas, cuando un tiro libre ejecutado por Oliveira pasó por encima del muro defensivo y entró pegado al vertical izquierdo, a cinco minutos de que concluyera el segundo tiempo extra.
Rabiot anotó en un cabezazo tras un tiro de esquina, a tres minutos del silbatazo final.
